La pasada semana los niños españoles volvieron a las clases. Las aulas vacías se llenaron de nuevo y para los padres comenzó la “cuesta de septiembre”. Con la llegada de la crisis, muchas familias españolas están pasando una difícil situación económica, que se ve acrecentada con la temible “vuelta al cole”.
El inicio del curso conlleva una serie de gastos extras para los padres. No sólo los libros, a los que ya dedicamos un post en este blog, también lápices, cuadernos, bolígrafos, gomas de borrar, material deportivo y por supuesto, los uniformes.
Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) el gasto medio en uniformes nuevos está siendo de 153 euros por niño. Para hacer frente a este gasto y reducirlo de alguna manera, el mercado de la segunda mano ha llegado también a los uniformes escolares.
Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) el gasto medio en uniformes nuevos está siendo de 153 euros por niño
En muchos colegios españoles se han creado las llamadas “bolsas o bancos de uniformes”. Las propias madres se encargan de recoger los uniformes usados para coserlos y arreglarlos. Así pueden volver a ser utilizados por otros niños. La mayoría de las prendas las venden a un precio testimonial que no va más allá de los cinco euros. Un pantalón nuevo en una tienda o en unos grandes almacenes puede costar entre 25 y 35 euros. De esta manera, muchas familias pueden hacer frente a este gasto, ya que supone un ahorro considerable.
También Internet se ha convertido en un medio eficaz de ahorro, y cada vez hay más webs que se dedican a intercambiar uniformes de segunda mano. Es el caso de esta web creada por iniciativa de tres madres emprendedoras que decidieron aprovechar los uniformes de colegio que se le quedan pequeños a los niños y que están en buen estado para crear Uniformes de cole. Haciéndoles llegar los uniformes que ya no te sirven, los podrás vender, y a la vez, comprar aquellos que necesiten tus hijos, a mitad de precio. Además, puedes encontrar disfraces y artículos de bebé.
La cultura del reciclaje y de la segunda mano se está imponiendo también en las aulas y los padres están enseñando a sus hijos a ahorrar en material escolar, a cuidar lo que tienen y a ser solidarios con los que no pueden estrenar cada año mochilas, bolígrafos y estuches nuevos.