Los libros de texto, de segunda mano
Apenas quedan dos semanas para que el mes de agosto finalice y con él las vacaciones. Comenzará septiembre, la otra “cuesta” que tienen que subir la gran mayoría de las familias españolas, al afrontar la vuelta al colegio de los niños y el enorme gasto que ello supone.
Ropa, uniformes, lápices, bolígrafos, libretas, ordenadores, material deportivo, y como no, los libros de texto. Imprescindibles para aprender en todas las aulas de educación primaria, secundaria y superior. El precio se ha ido incrementando en los últimos años y las ayudas y becas se han reducido.
Ya se trate de enseñanza pública o privada, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estima que el gasto medio rondará los 640 euros por niño. Cuando una familia está compuesta por tres hijos el gasto se dispara. Por lo tanto, acudir al mercado de libros de texto de segunda mano se convierte en una necesidad, más que en una opción. Y comprar los libros de texto por esta vía es una buena manera de ahorrar en la economía familiar.
Es cierto que hay libros que no se pueden reutilizar, bien porque la materia está obsoleta, o porque están descuidados, rotos, demasiado escritos o subrayados. Pero la mayoría de los libros son los mismos que en el curso anterior y sirven para estudiar cualquier asignatura.
No solo se puede recurrir a hermanos, primos, vecinos y amigos para buscar libros de segunda mano, sino que en la red existen multitud de portales de compraventa de segunda mano en general, y dedicados a libros de texto en particular.
Si nos sabes que hacer con los libros de texto de los cursos pasados de tus hijos, no lo dudes y visita Mitrastero.org. Podrás ganarte unos euros y ahorrar espacio en tu casa, al no tener que guardarlos en cajas o armarios.
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Read MorePonte las pilas y recicla
Hoy en día las utilizamos diariamente para que funcionen nuestros relojes, cámaras de fotos, juguetes de los niños, linternas, mandos a distancia o teléfonos móviles, pero ¿qué ocurre cuando una pila se termina? Nos las encontramos tiradas por la calle o incluso en la playa.
Una pequeña pila de mercurio puede contaminar hasta 600.000 litros de agua, lo que equivale al consumo de una familia de cuatro personas durante toda su vida.
Las campañas de reciclado han insistido en la necesidad de llevar las pilas agotadas a puntos de recogida específicos y en la importancia de no tirarlas nunca a la basura. No son residuos orgánicos, sino que contienen metales contaminantes, como mercurio, cadmio, litio o plomo. Son metales dañinos para la salud y el medio ambiente, que se liberan a la atmósfera si las pilas se queman en un vertedero. Los seres vivos los podemos respirar y cuando llueve, se acumulan en la tierra y en el agua. Así, pueden llegar a la cadena alimentaria cuando el ser humano ingiere alimentos contaminados.
Un ejemplo de todo esto lo encontramos en la pila de mercurio. Una sola puede contaminar hasta 600.000 litros de agua, lo que equivale al consumo de una familia de cuatro personas durante toda su vida.
En el mercado nos encontramos con tres tipos de pilas:
- De botón: son las más pequeñas y las más contaminantes por la cantidad de mercurio que contienen.
- Cilíndricas o rectangulares: contienen menos elementos nocivos pero se producen y comercializan en mayores cantidades que las de botón.
- Baterías de los móviles: se pueden recargar y contienen fundamentalmente níquel o litio.
Una vez que las pilas se llevan a las plantas de reciclaje, se someten a un proceso de trituración y refrigeración para separar el mercurio y el resto de materiales que la forman. Estos metales pueden ser reutilizados y sirven de la misma manera que un metal puro extraído de una mina, con lo que se ahorra en recursos y energía.
En nuestro país la población está cada vez más concienciada y encontramos puntos de recogida en supermercados, centros comerciales, colegios o junto a las papeleras en las calles. Pero aún hay muchas personas que no han tomando conciencia cívica y tiran las pilas en cualquier parte. Es necesaria la formación y la educación ambiental para hacer conscientes a todos los que aún no reciclan que con un pequeño gesto contribuiremos a cuidar nuestro planeta y a hacerlo más habitable para todos.
Read MoreNo tires nada por viejo que sea. Puedes estar tirando un tesoro
¿Te imaginas comprar un piso de segunda mano y encontrar en el trastero de la casa, entre varios periódico y revistas antiguas, un ejemplar de las primeras ediciones del cómic de Superman que vale más de lo que te costó el piso?
Increíble, ¿verdad? Pues exactamente esto es lo que recientemente le ha pasado a un ciudadano americano que consiguió vender el ejemplar del cómic encontrado por 175.000 dólares.
Lo que yo me pregunto es ¿Qué cara se le habrá quedado a la persona que le vendió el piso? ¿Intentará recuperar el cómic, o la cantidad que se ha pagado por él, aduciendo que lo que él le vendió a esta persona fue el piso y no lo que había dentro? ¿Existe alguna ley para esto? No lo sé, pero yo creo que lo tiene realmente difícil poder conseguir algún tipo de compensación.
Con lo que yo me quedo es con que a partir de ahora, cada vez que haga limpieza en el trastero de mi casa voy a mirar y requetemirar cada cosa que tiro. Mientras más vieja, mas cuidado pondré 
Hombre, verdad es que no en todos los trasteros de las casas se esconde un tesoro, pero nunca se sabe… No os imagináis los tipos de colecciones que hay, se colecciona de casi todo, y en algunos casos los coleccionistas están deipuestos a pagar cantidades realmentes suculentas por alguna pieza de las que faltan en su colección. Y no nos referimos solo a los coleccionistas más conocidos: Sellos, monedas, cómics, discos… También los hay que coleccionan otras cosas menos habituales: fotografías antiguas, botellas antiguas, juguetes, y un largo etcetera…
En fin, lo importante es la lección que podemos aprender: No desprecies, y mucho menos tires, nada por viejo que sea, puedes estar tirando un tesoro.
Así que ala, a revisar el trastero a ver si encontramos algo que sea una pieza única de coleccionista ¡SUERTE!
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